Fueron muchas las tardes en las que Carlos Bacca salió de la cancha con cara de pocos amigos. Eran momentos difíciles en los que estaba negado para el gol con Junior. Los erraba debajo del arco, desde el punto penal y, en ocasiones, hasta el VAR le borró la sonrisa del rostro después de marcar.

Tenía un pie fuera del equipo, ya que el técnico anterior (Hernán Darío Gómez) no pensaba contar con él, pero decidió quedarse para pelearla y demostrarle a todos sus críticos que no estaba acabado para el fútbol.

Hoy, como capitán de campo del Junior, Carlos Bacca lleva cinco goles entre Liga y Copa y el sábado, contra Envigado, completó 300 en su carrera profesional, una cifra que sólo tres jugadores colombianos, antes que él, habían alcanzado en la historia: Víctor Aristizábal, Falcao García y Dayro Moreno.

“Uno siempre sueña, tiene metas y objetivos, cuando llegué quería marcar muchos goles, en el primer semestre las cosas salieron como queríamos, ayudamos bastante al equipo, en el segundo, lamentablemente, las cosas no salieron ni individual ni colectivamente bien. Ahora no habíamos empezado bien, pero por ahí las cosas van cogiendo un mejor camino. Yo estaba tranquilo, no pensaba en los 300 goles, quería victorias con el equipo, volver a encontrarme yo, volver a jugar bien sabiendo que los goles iban a llegar en cualquier momento”, aseguró Bacca en rueda de prensa este miércoles en la sede deportiva Adelita de Char.

El porteño sólo supo que había alcanzado los 300 goles cuando ingresó al vestuario al final del partido en Envigado y se alegró de saber con quiénes compartía el honor de tener esa cifra.

“Entrar ahí no es fácil y ver que solamente antes de mí lo habían conseguido tres jugadores grandes del fútbol colombiano. Ojalá que sigamos marcando muchos goles, que los que vienen detrás también para que no seamos sólo cuatro, sino que seamos muchos”.

Bacca tocó el tema de la posibilidad de salir del Junior antes de comenzar al campeonato y reconoció que no estaba en los planes de ‘Bolillo’ Gómez.

“El profe estaba tomando decisiones, yo no estaba en sus planes, tuve una reunión con don Fuad para hablar del tema, de la información que le había pasado el profe, le dije que quería trabajar, que si quería que me fuera no tenía ningún problema en irme, pero que tenía un contrato que lo quería respetar porque había dejado todo en Europa por venirme al Junior, por ayudarlo y por marcar muchos goles. Le dije que me dejara hacer la pretemporada, que el profe me viera y luego tomara sus decisiones. Se dijeron muchas cosas y yo solamente callaba y trabajaba y en la pretemporada me fui ganando la confianza del profe nuevamente. Al  finalizar, las palabras del médico (Javier Fernández) fueron el detonante para que el profe dijera que iba a estar en el equipo. A veces una situación mala es el comienzo de algo bonito. En ese tiempo callé, hice una buena pretemporada y empezó el torneo y no marcaba. Le decía a Dios ‘yo sé que tú no me vas a dejar en vergüenza, tú siempre me has respaldado’, y seguí trabajando, sabía cómo me había preparado y las sensaciones en el campo eran buenas, faltaba solamente finalizar y eso se está dando después el cambio de entrenador, con el profe Arturo (Reyes), aunque con el profe ‘Bolillo’ ya se había dado en Copa”.

Bacca no quiere quedarse estancado en 300 goles, sino que vengan muchos más, superar a Teófilo Gutiérrez, que tiene 94 goles con la camiseta del Junior (está a seis de igualarlo), pero, lo que más desea es volver a salir campeón con el equipo tiburón.

“Este fin de semana que pude compartir con la familia me ponía a pensar en los 300 goles. Parece fácil y a veces por 5, 6 u 8 que he botado me critican. Ahora hay objetivos grandes, como con los que vine a Junior desde el primer día, que es volver a ser campeón y ser goleador del torneo. Hay que ir paso a paso, con los pies sobre la tierra, no hemos conseguido nada, solamente hemos tenido dos victorias, si se acaba el torneo hoy estamos fuera de los ocho. En lo personal, en Liga, apenas llevo tres, el goleador todavía está lejos, sigo trabajando con las mismas ganas e ilusión que tenía desde el primer día que comencé a jugar al fútbol”.